Me han sido dados a conocer -no por revelaciones místicas, sino porque tantos años vagando por estos mundos de Dios le permiten a uno encontrarse con infinidad de culturas y de religiones, de personas maravillosas y de fascinantes criminales- algunos de los trabajos de la masonería (a la cual yo protesto que no pertenezco, para sosiego de los meapilas) y en consecuencia he tratado con algunos hermanos masones. No he encontrado a ninguno tan vil como este párroco de la Archidiócesis de Barcelona que ha apoyado y financiado abortos. No me importa casi nada que los curas sean vagos, chaperos ó ignorantes, mientras de vez en cuando abrán las iglesias para soltarles un mitin a cuatro desgraciados que, después de todo lo que ha caído, aún tengan ganas de escuchar esos rollos.
Pero las jerarquías eclesiásticas españolas están obsesionadas en la lucha política contra el gobierno de Rodríguez Zapatero: no quieren perder las clases de religión y no quieren que se instaure la Educación para la ciudadanía. A mi no me preocupa el tema especialmente, porque los profesores de religión -salvo honrosas excepciones- no son mejores que el cura abortero. Todos los que desertaron sindicatos de clase, iglesias, órdenes y monasterios, porque ya no creían ó porque tiraba más una moza fea que dos carretas, son quienes enseñan sin cultura y sin fe en las escuelas enchufados por los obispos, a cambio de unos emolumentos a los que todos tenemos que subvenir.Y en las parroquias tenemos una serie de curas que hace ya años que perdieron la fe y dejaron de leer algo que no fuese el periódico, que son más letales para la fe que toda la Educación para la ciudadanía. Si se hacen unas oposiciones mínimamente limpias para profesorar en Educación de la ciudadanía, quizá algunos profesores crean en los derechos humanos y enseñen el aborto como el crimen más abominable que pueda ser cometido por un hombre contra otro. Si los fieles van a la iglesia, no es probable que escuchen nada sensato.
Es evidente que el cura está excolmulgado, pues procuró que se realizase el homicidio del niño en el vientre de la madre. Lo más terrible es que es solamente un cura el que se ha atrevido a decir esto en público, pero la realidad es que existen muchos más que hace ya muchos años que dejaron de ser católicos y siguen en el puesto porque para arar son viejos y de luces andan escasos. Además de criminales contra la vida del recién nacido, lo son contra la fe de sus parroquianos. ¿Y a Vd. cree que a mi me importa un huevo que nadie marque el 0.7 en la casilla de recaudación de la Iglesia? Para estar a favor de la vida no es preciso ser católico: lo son ateos, protestantes, musulmanes,... pero para ser católico hay que ser antiabortista y para ser párroco no hay que estar excomulgado. Y si alguien se enorgullece de sostener un aborto -además, ilegal- no sólo hace ya mucho que ha dejado de ser católico, sino que es también un miserable estafador. Y los obispos -vigilantes sólo al plato de lentejas- tendrían que corregir esa situación para que la sangre de los inocentes no manche gota a gota sus manos, porque por muchas quirotecas que usen será muy difícil limpiarla antes del Juicio final. Estoy pensando en crear un puticlub que se llame "La casa del Edén" y no creo que nadie vaya a tener la falta de caridad de meterse contra el amor fraterno, porque si un cura puede procurar un aborto, es que ya vale tudo.
La cigüeña cambia de nido.
Hace 15 años
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