4 de noviembre de 2007

A España

Roto el respeto, la obediencia rota,

de Dios y de la ley perdido el freno,

vas marchando entre lágrimas y cieno

y aire de tempestad tu rostro azota.



Ni causa oculta ni razón remota

busques al mal que te devora el seno:

tu iniquidad, como sutil veneno,

las fuerzas de tus músculos agota.



No esperes en revuelta sacudida

alcanzar el remedio por tu mano,

¡oh sociedad rebelde y corrompida!



Perseguirás la libertad en vano:

que cuando un pueblo la virtud olvida

lleva en sus propios vicios su tirano.



(Gaspar Núñez de Arce)

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