Viste de ejemplo el tronco y de fiereza
este que ves Centímano arrogante;
aun muerto, dura en el feroz semblante
el ánimo que opuso a tanta alteza.
Parias en humildad da a la grandeza
del siempre vencedor Altitonante,
y así el árbol, humilde, el arrogante
rostro humilla, humillando su cabeza.
Señales mira en él del rayo ardiente
de Júpiter; respeta los despojos,
¡oh tú!, que admiras triste esta memoria.
Frescas aún viven en la altiva frente:
toma en ella consejo, abre los ojos
y vete, que harto debes a su historia.
Luis Carrillo
La cigüeña cambia de nido.
Hace 15 años
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