4 de noviembre de 2007

A los despojos del rayo

Viste de ejemplo el tronco y de fiereza

este que ves Centímano arrogante;

aun muerto, dura en el feroz semblante

el ánimo que opuso a tanta alteza.



Parias en humildad da a la grandeza

del siempre vencedor Altitonante,

y así el árbol, humilde, el arrogante

rostro humilla, humillando su cabeza.



Señales mira en él del rayo ardiente

de Júpiter; respeta los despojos,

¡oh tú!, que admiras triste esta memoria.



Frescas aún viven en la altiva frente:

toma en ella consejo, abre los ojos

y vete, que harto debes a su historia.



Luis Carrillo

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